Las instalaciones del parque puestas a la venta han sido vendidas en su totalidad a una empresa rumana, la misma empresa que ya compró hace unos días los toboganes de Océade en una precedente subasta, según informa Belga. El precio obtenido por esta venta supera los 250.000 euros.
La venta se llevó a cabo en dos fases: en primer lugar los toboganes (y juegos acuáticos infantiles), vendidos por 152.000 euros, y en segundo lugar varios lotes diferentes (elementos de tematización, filtros y bombas para las piscinas y para las atracciones, vestuarios, saunas, taquillas, frigoríficos, freidoras, …) vendidos por más de 100.000 euros.
El parque acuático Océade cerrará definitivamente sus puertas el domingo 30 de septiembre de 2018, debido a la decisión de la ciudad de Bruselas que prefiere que se haga allí un proyecto inmobiliario (viviendas, oficinas y centro comercial).
Así que todo lo que se podía reutilizar y que se pusó a la venta podrá tener una segunda vida en Rumanía, donde estas instalaciones servirán para la creación de un nuevo parque acuático en proyecto en la región de la capital del país (Bucarest). Una única empresa ha comprado todo a pesar de que había nada más y nada menos que 880 personas (o empresas) interesadas, de todo el mundo.